La traducción de textos es una muy buena forma de ganar dinero, y no sólo para los lingüistas titulados, sino también para las personas que simplemente conocen bien las lenguas extranjeras. Además, los clientes valoran mucho que el traductor tenga un alto nivel de conocimientos informáticos y que domine programas de oficina como MS Word, Excel, ABBYY Fine Reader, etc. y sistemas de traducción automática como Trados o herramientas similares.
En cuanto a las lenguas extranjeras desde y hacia las que se demandan traducciones, el inglés, aceptado mundialmente como lengua de comunicación internacional, ocupa sin duda el primer lugar. Hay más traductores de habla inglesa que en cualquier otra profesión, por lo que hay más competencia en este segmento. Esto no significa, sin embargo, que ningún buen traductor se quede sin trabajo. Siempre hay una demanda de traducciones especializadas, que sólo pueden ser realizadas adecuadamente por personas versadas en un campo de actividad concreto: derecho, ciencias diversas, industrias, etc.
Las traducciones desde o hacia las lenguas orientales, así como las traducciones especializadas a otras lenguas más difíciles o menos comunes, son, por supuesto, más caras. Y este mercado «respira» mucho mejor que donde se «agolpan» los expertos en lenguas comunes.
El coste de un traductor experimentado puede ser diferente, y sobre el precio medio en este caso, es difícil hablar. Sólo se puede decir que los textos generales son más baratos que las traducciones especializadas de textos científicos, técnicos o jurídicos, que requieren mucho tiempo. La traducción de obras literarias, películas y series de televisión también se cotiza individualmente, en función de la habilidad y el talento del traductor.
Puedes trabajar como traductor en una agencia de traducción o como traductor autónomo en las bolsas de servicios para autónomos u ofreciendo tus servicios a través de las redes sociales u otros servicios especializados en línea. Los intercambios son una muy buena opción para que los principiantes, por ejemplo, los estudiantes, ganen dinero extra y creen una cartera. Sin embargo, con el tiempo es aconsejable establecer una relación con uno o varios clientes habituales. Esto le permitirá concentrarse en su trabajo principal sin distraerse buscando nuevos clientes.
Paradójicamente, el trabajo de traducción también puede realizarse mientras se aprende una lengua extranjera. Por ejemplo, puede llevar a buen puerto las traducciones realizadas con Google Translate, que en su forma «bruta» son extremadamente imperfectas y a veces contienen muchos errores. Este trabajo te permitirá ganar un poco de dinero y mejorar tus conocimientos de idiomas.